sábado, 8 de diciembre de 2007

Tu padre


Mi padre no ganaba para disgustos conmigo. No entendía cómo había tenido un hijo que no quisiera hacerse un hombre como Dios manda. ¿No quieres darle una calada al canuto? ¿Y si nos vamos de putas? ¡Eh! Aprovecha y échale mano a ese reloj, que el joyero está despistado...¿Cómo que no? ¡Parece mentira que tengas ya siete años! ¿Qué quieres hacer entonces? ¿Escribir vés-séleres? ¡Piérdete!
En justa correspondencia, mi padre también me dio algún que otro disgusto.
Una noche de verano le dio por no poder orinar. Urgencias, sonda, hospital, radiografías, cáncer de próstata de mal pronóstico y zumos de fruta embotellados.
Pero siendo como era, al hombre no se le ocurrió otra cosa que ir contra toda opinión mínimamente formada. Pasándose lo que dijeran los médicos por el forro del mismísimamente perjudicado aparato genitourinario, decidió sanar.
Como es de suponer, después de semejante fiasco mi madre no pudo acompañarlo nunca más a la consulta del facultativo. Contraía caspa dental maligna, ictericia cardíaca, peritonitis cerebral y otras mil y una enfermedades mortales de necesidad, aunque aún por clasificar, con sólo recordar el momento en que el doctor la condenó a seguir viviendo con su marido al decirle a este:
"Sr. Becerrón, hasta donde me alcanza el conocimiento, su próstata podría estar meando sin parar durante novecientos años".
Total, que con la perspectiva de una madre sufriendo su fallecimiento cada cinco minutos y la de un padre insistiéndome desde el retrete día y noche durante un milenio que me entregase lo antes posible al vicio y el delito que me prepararían para la inminente etapa adulta, no me quedó más remedio que darme al cubalibre para olvidar todo aquello que todavía me faltaba media vida por comenzar a vivir.

13 comentarios:

Carlota dijo...

Emocionada entera por la historia de tu origen, ese origen que te ha hecho llegar a lo que actualmente eres. Una pregunta curiosa: supongo que los cubatas te los removerían previamente, no? Y mi mas sincera enhorabuena por un padre tan ejemplar...lo que cambiaría el mundo si todos fuesen así, ainnssss! Besos a tus caracoles.

alfonso dijo...

Creo que esta historia ya la había leído en "Vidas Ejemplares". Y es que aquellos ejercicios espirituales daban mucha cultura.

alfonso dijo...

El vídeo lo he entendio al completo, solo hay que darle la vuelta a la pantalla.

estrella dijo...

Hola Coco. Ya veo, de tal palo tal astilla. Oye dime. Quien es el cantante?
Se parece tanto a ti…besos.Chiqui

M. Imbelecio Delatorre dijo...

ya me imaginaba que los políticos no se forman así como así: han tenido una infancia difícil... o ha sido culpa de la sociedad. lo que no sabía es que eras político, Coco. Suerte en marzo, pues.

Coco Becerra (Pepe Boada) dijo...

CarlAta, satisfaciendo tu curiosidad -dentro de un orden-: Los cubatas siempre removidos, nunca agitados. My name is Becerra, Coco Becerra.
Siento tener que comunicarte que los besos a los caracoles -si no te referías a mis rizos- se los lleva todos Manolo, conocida aquí como "Sencillo". "Doble", o sea su compañera Manoli, falleció hace unos días. (D.E.P.)
La próxima vez que te/os toque llorar y/o babear tenedla en vuestra memoria.

Ñoco, en lo del Vidas ejemplares das en la diana, fui devorador de ellas y de ahí lo copio todo. Esta entrada es un pasaje de la vida del mismísimo Jesús, de esa parte ignota de su existir que se da en llamar "Vida oculta". En fin, qué grandes desconocidos somos Dios y yo.
Lo del vídeo no lo entiendo. ¿Lo has circunnavegado o es que lo has escuchado haciendo el pino?

Chiqui, de tales palos quedamos hechos astillas, efectivamente. El cantante es Lou Reed, de quien creo que cualquiera que me conozca diría que se me parece como un huevo a una castaña, pero ese favor que le haces a Mr. New York.
(O me equivoco mucho o este año los reyes te van a traer unas gafas nuevas).

Ilmo. Sr. D. Imbelecio, mi padre, como veo ha colegido de la lectura de su panegírico, fue presidente vitalicio de la escalera plegable que tuvimos veinte años oxidada detrás de la puerta del baño. Como el hombre recto que fue, nunca aprovecho las ventajas de su cargo abusando de esa escalera; no se subió jamás encima de ella ni para cambiar una bombilla fundida, siguió su ideario político de no intromisión doméstica hasta su último suspiro.
Yo no podía aspirar a menos.

Luigi dijo...

Ahhh, que tiempos los de la dura intransigencia paterna. De ahí los resultados de vástagos de recta y educada actitud ante la vida.

Celebro que haya vuelto, por un momento me temí que el monstruo de las galletas se lo hubiera zampado atraído por su nariz magenta.

Carlota dijo...

Qué desgracia, querido Coco...mi más sentido pésame, d.e.p. la pobre Manoli...me ha dado tanta penita, que le mando, via Seur (espero que más rápido que su contenido) una caja, tamaño tirando a grande, con todos los caracoles del pueblo...íbamos a cenarlos por Navidad, pero nos conformaremos con bogavante, dado este caso especial y conmovedor...le aseguro que son de pura cepa, y harán sus delicias, pues son especialmente babosos, estos del norte...eso sí, riégueles abundantemente, que están acostumbrados, y luego tuéstelos un poquito al sol, para ver sus robustos cuernos. Le deseo toda la felicidad caracoril posible. Sus caracoles azules, osease propios, son adorables también.

Coco Becerra (Pepe Boada) dijo...

Luigi, desde luego que mi nariz de fresa es, si no lo más apetitoso de mi extravagante anatomía, lo más visible. (Sin embargo, mi amiguita la oriental sigue mirando más abajo...Esta niña es un caso).
Por la voracidad de Triqui, el monstruo de las galletas, no te preocupes, ahora se ha vuelto tan políticamente correcto que no come dulce ni salado, se da en exclusiva a las hortalizas crudas.

CarlAta, le ofrecimos una calurosa bienvenida a la colonia caracolera norteña. Pero justo después de los abrazos de rigor nos presentaron una reivindicación: Ya que habían escapado de las brasas, querían ser libres. Hasta Manolo -que es y seguirá siendo siempre más casero que una chimenea- gritó y acarreó una pancarta en la multitudinaria manifestación, (según la Guardia Urbana, 800; Tráfico habla de 1002 caracoles; fuentes gubernamentales sitúan la cifra en 300.000, y el PP en millón y medio de ellos). Como no pudimos resistirnos a una petición tan evidentemente justa, ahora pastan alegremente por las faldas del Monjtuich. Te mandan recuerdos, a ti y a los caracoles de tu melena.

PS. Si no te es molestia, la próxima vez manda un par de tabletas de turrón, que esas no plantean problemas de papeles y/o laborales, ni enfrascan a nadie en la guerra de cifras.

Luigi dijo...

Fíjese bien. La pequeña asiática que insiste en no retirar la mirada de sus partes nobles, no es, ni más ni menos, que Lucy Liu.

Ya sabe usted que antes de hacerse famosa con la serie "Ally Mc Beal" o películas como "Los Angeles de Charlie" era una consumada actriz porno.

Coco Becerra (Pepe Boada) dijo...

Campanudo Luigi, las actrices porno son consumadas ellas o no son. Consumadas insistente y consecutivamente, y a menudo -y en manada-, sincrónica y simultáneamente.
Pero sospecho que esto lo sabe tan bien como yo, si no mejor.
Conclusión: Aunque su saber no le ocupe mucho lugar, podría valerle más no presumir de disponer de según qué conocimientos y/o sus correspondientes espacios vacíos por correr el riesgo de perder audiencia ante la gentil compañía femenina de la que goza en esta humilde casa de pu...

Carlota dijo...

Grrr...pues de haberlo sabido ni se los mando, los meto directamente a la cazuela...En el pueblo ya no queda ni uno, y ahora, qué? me tengo que ir hasta el Montjuich ese (que viendo a su oriental amiga, deduzco que cerquita de la muralla china debe andar) para poder cenar en Navidad? porque le diré, apreciado Coco, que me arrepentí según llegué a la pescadería y vi el precio de los bogavantes...y claro, usted, que tiene poca mano dura (y no haga de esto chiste fácil) le vienen 3000 caracolitos de nada reivindicando, y hala! a dejarlos libres....me imagino que le mirarían con esa carita tan tierna....ainsss! la verdad es que no le puedo reprochar nada...en fin, me cortaré los caracoles de la melena, que junto con alguno de los suyos azules que aporte (es lo menos que puede hacer)será nuestra cena...humilde, pero cena...LIBERTAD! CARACORIL!...vale, ya me largo...besuco para Manolo, y si al final se fue con los otros, para usted.

Carlota dijo...

Cocooooo!!! vente pa'la fiesta, en mi blog, y traete a tu padre y a Manolín (límpiale un poco las babas, previamente, y las tuyas también, las dejas en casa...), y nene...vístete, haz el favor!!! Te espero, besitos!!!