miércoles, 28 de enero de 2009

UN EVENTO MÁS


Esta mañana me ha costado abrir el grifo para lavarme la cara. Ayer y anteayer me pasó lo mismo, creí que lo había apretado demasiado.
Error.
La respuesta al problema es sutil como una patada en los cojones recibida telepáticamente:
Lo que ocurre es que cada mañana tengo un poco menos fuerza que la noche anterior.
Esto es hacerse viejo, no poder abrir lo que uno mismo acaba de cerrar.

No hay comentarios: