miércoles, 6 de febrero de 2008

Así anda Bermiglione


Bermiglione Bombástico es todo un caballero. Sentado en la terraza de su cafetería favorita y preso de una contradicción congénita, se levanta para ponerse a los pies de todas las señoras que circunvalan el costado de su mesa. Como el café donde deja pasar sus tardes Bermiglione está situado en un céntrico paseo, nuestro caballero no se ha terminado de sentar cuando ya está incorporándose de nuevo para mostrar a las damas paseantes su coronilla, lustroso islote en mitad de la pelambrera aceitada.
Después de treinta y cinco años de dinámicas meriendas, Bermiglione ha desarrollado una hipertrofía muscular de cuádriceps que contrasta con sus escuálidos brazos y su raquítico tórax, cubiertos ya por sus muslos, que por la parte alta le sobrepasan las orejas y por la baja rodean sus pies hasta por las plantas del parterre más cercano: Son los suyos unos muslos de lo más adecuados para rodar toda la calle cuesta abajo desde el café hasta la puerta de su casa, donde su esposa lo recibe a la caída de cada sol, pantuflas en mano.
El caballero Bermiglione, impedido ya de por vida por su dilatada musculatura para el lucimiento de calzado alguno, lanza todos los días por la ventana su par de zapatillas sin estrenar maldiciendo la mala uva de su señora esposa, y a pesar de ello mujer, quien padece una atrofia de tímpano que la mantiene en la ilusión de que el gesto diario de su marido procura por los pobres descalzos de este mundo impío.
Así es la vida cuando no es de otra manera.

6 comentarios:

Carlota dijo...

Es lo malo de muchos caballeros andantes, que luego en casa no hay quien los aguante...¿de qué número son las zapatillas? digo porque a par diario, igual me da para montar un puesto frente a la cafetería, donde pasan tantas damas que seguro necesitarán para sus amados cónyuges...además: me encantaría ver la coronilla aceitosa del caballero en cuestión. Si entro y salgo de contínuo, junto a su mesa, el pobre acabará en un sinvivir, no? será divertido.

alfonso dijo...

Desde luego, si que es una historia tierna para celebrar tu regreso.
La industria de la zapatilla estará contenta.
Dios guarde al Sr. Bermiglione Bombástico, sostén de tan importante sector económico del país.

Coco Becerra (Pepe Boada) dijo...

CarlAta, si algo no es este caballero es andante, precisamente.
Por la parte que toca a las puertas de la susodicha cafetería de la que dices estar dispuesta a entrar y salir sin descanso, te aconsejaría no lo hicieras, podrías acabar con parecida hipertrofia muscular en los perniles que la de Bermiglione, sólo que a la altura de los gemelos y el trigémino. Desiste si te gusta llevar pantalones.
Lo de la zapatería es otra cosa, vendiendo zapatillas empezó Armani. O puede que fueran ahumados. ¿Hay pantuflas ahumadas? Tal vez en Holanda, en cuyo caso no estaríamos hablando de Armani sino de Van Gaal.

Ñoco, celebremos pues el regreso en cualquier bar salvo en el que suele aposentar sus reales B. B., pues allí no sería un sinvivir sino un sin beber.
Una puntualización pertinente, Ñoco, ¿Bermiglione sostén de...? No, hombre, por mucho que su esposa tenga la pechera algo descolgada -hasta la altura de los tobillos- lo que el caballero arroja por la ventana es para ponerse en los pies.

estrella dijo...

Hola Coco. Me gusta tu cambio de estilo literario y, no mencionamos el técnico. Si alguna vez vuelvo por Barcelona, me darías unas leccioncillas sobre los Youtubes?
Muy bueno el de Fred Astaire, desde que lo vi me quede con una melodía que no he podido identificar hasta hoy. Aquí va, una de mis favoritas canciones en uno de mis favoritos musicales! Para ti, el último renegado ‘romántico’.
http://tinyurl.com/2a3xj9

Coco Becerra (Pepe Boada) dijo...

Pues mira, ya tienes excusa para volver. O sea, tú vuelve y una vez aquí, lo hablamos...porque los secretos si se cuentan, los sabe todo el mundo.
Besos, Chiqui, (creo que en esta entrada sí puedo contestar porque aquí no he hecho voto de silencio).

estrella dijo...

Llevas razón. Ya nadie guarda secretos .Difícil que vuelva por ahí...cosas de la vida.un abrazo.